En los recreos me gusta estar con Iván, porque es muy grande como un gigante, ojos marrones como dos castañas, millones de pelitos pequeños salen de color negro, casi como el azabache, relleno como de caramelos. Es gracioso como un humorista, de los buenos, a veces es un poco raro como ver un caballo volando.
Excesivamente breve. Debes buscar alguna imagen para ilustrar tus entradas.
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